domingo, 31 de enero de 2010

Luna

Luna.

La luna, que hermosa está esta noche, me recuerda a esa luna que vi cuando te vi por vez primera, cuando me enamoré de ti, cuando me aferré a ti, cuando esos labios finos y bellos tocaron los míos y sentí que mi cuerpo despegaba hacia el cielo.

Esa luna me recuerda esa noche en el mirador, donde el mundo parecía que solamente éramos los dos, donde tu y yo veíamos la ciudad entera y sobre ella las estrellas y fulgores que te decían lo bella que eras.

Luna, oh como me recuerda esa noche en la playa, donde las olas nos arrullaban y la arena nos tapaba, y los barcos en altamar poco a poco se alejaban para dejarnos a ti y a mi, solos, solos como están los faros en la niebla.

Luna, tan grande, tan lejos y tan cerca, iluminas la noche y haces que pase desvelo, eres como el amor que sentí por ella, el amor que no acaba y cada vez me atormenta, el amor que me sigue, toca a la puerta, veo y solo veo como se aleja.

Luna, haces volver a mi memoria esa noche en la montaña, esa noche que pasé a lado de ti, mi bella amada, donde la chimenea te dio calor y a mi me lo dio tu pecho y respiración.

Esta noche veo la luna, y solo te veo a ti, tu rostro no se olvida y lo vivo como si fuera una condena, vivo atado a ti, y de ahí no puedo salir, me ahogo, muero y duermo en ti, ya que la luna siempre me observa.

Luna tu la vista esa noche, cuando de sus ojos su llanto brotó, cuando la rosa que le di ella aventó, cuando las fotos de los dos ella quemo, cuando lo besos que me dio tomaron amargo sabor, cuando el amor que le di ella olvido.

Luna, ahora solo tu estás, haciéndome compañía, tomando su lugar, reflejando sus ojos, los cuales me han de hipnotizar, buenas noches luna, iré a descansar, despiértame cuando ella en mi vuelva a pensar.

Un saludo,
CGB

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